Juventud que pasa

Bianca tiene 23 años y el peso de su vida ya pesa mucho sobre ella. Se supone que debe dejar la casa familiar para ir a la universidad, pero nunca va. Tiene ciertas obsesiones: el paso del tiempo, la cocaína y Angélica. Desde que empezaron a vivir juntos, todo parece haberse acelerado y caído en picada. Incluso su amistad se ha convertido en adicción y se ha mezclado con amor. Bianca tiene un cuaderno donde toma notas para sus libros. Desearía que pudiera escribir sobre todo: que la juventud es dolorosa y ya está perdida, que la amistad rompe el corazón y que constantemente estamos perdiéndolo todo. Pero tal vez, al final, entre las calles nocturnas de Roma, los niños de Nápoles y el árbol visible en silencio desde la ventana, nada se perderá realmente.

La película permite a los espectadores experimentar una agitación emocional y psicológica, permitiéndoles empatizar con los mundos internos y las dificultades de los personajes.

La película se rodó en Roma y Nápoles, dos de las ciudades históricas y fascinantes de Italia.